El reporte de la Policía Nacional al finalizar la jornada de protesta corresponde a unas 300 concentraciones en todo el país, a las que asistieron más de 50.000 personas que marcharon o realizaron plantones.
En San Alberto, sur del departamento del Cesar, la movilización ciudadana fue promovida por sindicatos de trabajadores, centrales obreras, sectores sociales, campesinos, estudiantes, trabajadores de la salud, y comunidad en general que querían manifestarse por temas desde la reforma tributaria presentada por el Gobierno Nacional, pasando por el desempleo, las masacres, los crímenes contra líderes y defensores de derechos humanos y, además contra la mala administración del mandatario Carlos Ríos.
La jornada se llevó a cabo en medio de pleno pico de la pandemia a nivel nacional y pese a la orden del tribunal de Cundinamarca en suspender las marchas como medida para evitar el contagio por covid-19, alrededor de unas dos mil personas marcharon de forma pacifica diciendo NO A LA REFORMA TRIBUTARIA. Algunos dirigentes sindicales argumentaron que la movilización es un derecho universal consagrado en la Constitución política y que no puede ser restringido por ninguna autoridad.
El punto de encuentro se dio en el kilometro 2 vía al mar que comunica a la costa colombiana con el interior del país, comprometiendo el cierre de la vía. La jornada arrancó a las tres de la tarde, los manifestantes obligaron a los conductores a paralizar sus vehículos alrededor de unas dos horas, situación que conllevó a una larga congestión vehicular.
Mientras se marchaba por la vía principal del municipio, cientos de personas cantaban arengas en contra del gobierno de Iván Duque y en contra del gobierno de Carlos Ríos.
En San Alberto los protestantes optaron por la movilización pacífica y con mensajes contundentes le dijeron al gobierno ¡Ya no más!
Llegó la noche y los manifestantes se congregaron al frente de la alcaldía causando congestión vehicular, sumado a esto un sinnúmero de motociclistas realizaron una pitatón. En este sitio se sumó el grupo de manifestantes que minutos antes habían cerrado la vía que conduce a la ciudad de Bucaramanga.
Arengas y canticos se escucharon durante una hora reclamando al gobierno local la falta de pertenencia para con el municipio y varias fueron las exigencias que los manifestantes le gritaban al mandatario local en medio de la protesta. A una sola voz gritaban ¡Fuera Carlos Ríos!
La jornada concluyó a las 7 y cuarto de la noche, sin reportes oficiales de disturbios.